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Si eres autónomo, no solo puedes decidir cómo ganas tu dinero… sino también cuándo y cómo gastarlo para reducir tu factura fiscal.
La planificación de gastos es una de las herramientas más potentes para minimizar el IRPF legalmente, mejorar tu liquidez y optimizar tu economía.

Una de las mayores ventajas de ser autónomo frente a ser asalariado es la posibilidad de planificar cuándo ingresas y declaras tus facturas. Esta flexibilidad, correctamente utilizada, puede ayudarte a reducir tu factura fiscal, evitar saltos a tramos de IRPF más altos y mejorar tu liquidez.

Si eres autónomo, probablemente te hayas dado cuenta de que cada euro cuenta. No solo en tus ingresos, sino también en cómo los gestionas.

Esta reducción permite descontar el 20% del rendimiento neto positivo de tu actividad durante los dos primeros años en los que obtengas beneficios. En otras palabras, pagarás menos IRPF sobre tus ganancias, justo cuando más lo necesitas: al empezar tu negocio.

Además de la conocida reducción por inicio de actividad (que permite reducir un 20% del rendimiento neto positivo durante los dos primeros años), existen otras medidas muy interesantes que conviene conocer. A continuación, te explicamos las dos más relevantes:

Empezar una actividad como autónomo en España no siempre es fácil. Los primeros años suelen implicar gastos elevados, ingresos variables y mucha incertidumbre. Por eso, la Agencia Tributaria ofrece una ayuda fiscal especialmente pensada para quienes están arrancando: la reducción por inicio de actividad.

Empezar como autónomo en España puede ser emocionante, pero también desafiante. Los primeros meses suelen estar llenos de gastos, inversión y esfuerzo… y los beneficios tardan en llegar.
Para aliviar esta carga inicial, la Agencia Tributaria ofrece un incentivo muy interesante: la reducción por inicio de actividad, una herramienta fiscal que permite pagar menos impuestos en los primeros años del negocio.
En este artículo te explicamos cómo funciona, quién puede beneficiarse y cómo aplicarla correctamente para reducir tu IRPF.

Cada año, al hacer la declaración de la renta en España, surge una de las preguntas más frecuentes entre quienes están casados o conviven en pareja:
¿Es mejor optar por la declaración conjunta o la declaración individual?
Si además trabajas como asalariado y autónomo a la vez, esta decisión puede tener un impacto directo en tu factura fiscal.

Compatibilizar un empleo asalariado con una actividad como autónomo es cada vez más frecuente en España.
Aunque puede complicar la gestión fiscal, también ofrece ventajas estratégicas para reducir la factura del IRPF.
Una de las más efectivas es la distribución inteligente de los ingresos como autónomo a lo largo del año fiscal.

Cada vez más profesionales en España compatibilizan un empleo como asalariados con una actividad como autónomos.
Aunque esta situación implica mayores obligaciones, también ofrece importantes beneficios fiscales y de cotización.
Una de las mejores estrategias para reducir costes en los primeros años es aprovechar las bonificaciones en la cuota de autónomos (RETA).